martes, 24 de febrero de 2009

El año necesario. 2: COMER.




Las raíces de las plantas buscan su alimento.

Un acto necesario, sin pensamiento, sin mediación. Sólo nutrición, deseo ciego de permanecer vivos.

El extremo de la raíz, un extremo de ese entramado, rompe la tierra y se hunde en ella para hallar lo que desea. Y si no lo encuentra, se retorcerá en mil y una espirales que la lleven donde quiere.

Puro deseo.


Comer o nada, (un consejo: párese en la coma que el sentido cambia), comer. Repito: comer o no, comer.

En la anorexia se devoran a sí mismos, se nutren con sus propios músculos. C’est la vie.




Porque pudiera ser que la anorexia fuera el acto salvaje de la comida aniquilando, invadiendo y devorando aquello que es lo único que le estorba: uno mismo.., el obstáculo entre la realidad y la perfección del modelo mental DESEADO ABSOLUTAMENTE (pavor!!!!).


Deseos voraces, de nuevo.


Pero hablemos de la comida y su goce, la comida y el arte (tienen mil ejemplos en http://artbanquete.blogspot.com/ ). El arte como herramienta de distanciamiento, utensilio que nos permite desplazar el fiero deseo y convertirlo en disfrute a la medida de lo humanamente soportable. El arte galante del comer.




No es extraño que en la última Documenta (XII, 2007, http://www.documenta12.de/teilnehmer.html?&L=1 ) exhibieran como arte la obra (concepto más allá de la comida) de Ferran Adrià en El Bulli.

¡Qué lujo! Absolutamente nada en contra..., más bien, todo lo contrario...




Eso sí, que cada uno en su particular galería de exposiciones y museo mental se entretenga y deleite con los sabores, olores, formas y colores de aquello que disfrutó comiendo...., que no espere nadie a que algún gurú del arte (en este caso la Documenta), le diga que eso que consumió era arte.
Que no, que no...., que se atreva a proclamarlo ahora, ya..., y que goce de ese plato, esa textura, ese olor, esa forma. ese aroma...., sin esperar a nadie.

Los goces son particulares.

Y el arte, también.

Y si no, admiren la variedad:

Tenemos para comer, algo sencillo: olores, juego, deseo, picardía y sabiduría (perdonen la repetición).


Tenemos también soledad, reflexión, sensualidad, misticismo, sosiego y un enorme deseo de control para disfrutar aún más.



Otros, nos traen a la mesa de nuestra vitrina mental y contemporánea imágenes de la abundancia: todos los sentidos entretenidos, todos los estómagos encendidos para comenzar a desear...



Pero sobre todo, y sin caer de nuevo en el deseo absoluto del estómago devorador, en el arte tenemos la sofisticación suficiente como para domesticar el deseo, hacerlo abarcable incluso en situaciones en donde entraríamos en la amoralidad conducidos por nuestro estómago.

Puro arte galante del comer.






Comer es un acto ritual, en donde la mente es la que se satisface en mesas sostenidas en el aire de la imaginación.





Aunque, ojalá, la satisfacción pudiera llegar a todos (cosa que es posible en la actualidad)...




La satisfacción al comer, en todos los sentidos...





Imágenes:

-Ángel García, no a la mujer maceta, 1998.
-Rahel Hegnauer, grundiss, 2003.
-El bulli (http://www.elbulli.info/ )
-Diego Velázquez, vieja friendo huevos, 1618.
-Salvador Dalí, cesta de pan, 1945.
-Andreas Gursky, 99 centavos, 1999.
-Charles Chaplin, La quimera del oro, 1925.
-Marithé & François Girbaud, primavera 2005.
-Niña en Timor, http://www.terraglobo.blogspot.com/ ,2008 .
-Satisfacción en la comida, http://www.cambio21.cl/ , 2009.
-Pierre el Gilles, Lola, 1976.